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23 agosto 2017

Bolivia, corazón energético sudamericano / Los usos del discurso ecológico estatal a propósito del TIPNIS



por Carlos Ernesto Santa Cruz, La Epoca / Resumen Latinoamericano/ 21 agosto 2017

En el marco de la Agenda 2025, Bolivia camina a paso seguro para convertirse, lo más pronto posible, en el proveedor más importante de energía eléctrica de toda la región
Bolivia si será el corazón energético de la región, lo que implica el desafío para desarrollar nuestro potencial en el sector a tal punto de abastecer con energía a las mayores economías de Sudamérica, según se infiere de las aseveraciones del actual ministro de Energía, Rafael Alarcón.



Ser el corazón energético de la región no es un deseo irrealizable ni mucho menos un reflexión que se queda en el campo de la teoría varias formulada por el vicepresidente Álvaro García Linera. En realidad tiene mucho que ver con la ubicación geográfica de Bolivia –en el centro de Sudamérica- y por el potencial disponible de sus recursos naturales para la generación y suministro de electricidad.



La propuesta de producir más energía eléctrica es estratégica para Bolivia. Por un lado para avanzar progresivamente hacia una menor dependencia de los combustibles fósiles y cambiar la matriz energética que es una apremiante necesidad. Pero, aunque el Ministro de Energía no lo dice, el cambio de esa matriz será un paso fundamental para ir transformando la matriz productiva.



Pero también es estratégico en la medida que Bolivia se convertirá en un factor de primer orden en la formulación de los planes de desarrollo de la región, particularmente de los países vecinos que si bien cuentan con recursos hidrocarburíferos, al mismo tiempo necesitan del gas, ahora, y la mayor energía eléctrica posible, después, que el país tenga la capacidad de venderles.





Carlos Santa Cruz (CS).- ¿Cuál es el papel geoeconómico que jugará Bolivia a partir de la energía eléctrica?



Rafael Alarcón (RA).- La ubicación geográfica de Bolivia, al tener fronteras con varios países de la región, le da una gran ventaja. De todos los países vecinos, dos están entre los mayores consumidores de electricidad y los importantes potenciales energéticos con que cuenta nuestro país y que actualmente se vienen desarrollando, le permite a Bolivia proyectarse como un suministrador confiable de electricidad para abastecer los futuros crecimientos de las demandas de estos mercados.





CS.- ¿Desde el punto de vista geopolítico cuál será el papel que desempeñe?



RA.- Por la posición geográfica de Bolivia y los avances que se tienen en el desarrollo de la integración energética regional, nos permiten el desarrollo de múltiples proyectos de integración, tanto en Líneas de Transmisión como proyectos de Generación. En este sentido el Estado viene trabajando en el desarrollo de acuerdos binacionales y multinacionales a objeto de consolidarse como un componente central en la integración energética regional.





CS.- ¿Cuál es el potencial de producción eléctrica que tiene Bolivia hasta el 2020 y luego para el 2025?



RA.- El Estado Plurinacional de Bolivia, a través de la Empresa Nacional de Electricidad ENDE viene desarrollando proyectos de generación que permitirán diversificar la matriz energética. En este sentido, de acuerdo al Plan de Desarrollo Económico y Social 2016 – 2020, en ese periodo se incorporarán más de 2.500 MW, con distintas fuentes de generación.



Asimismo para el año 2025 se tiene previsto el desarrollo de importantes proyectos Hidroeléctricos en toda Bolivia. En este sentido actualmente se viene desarrollando los estudios de: Carrizal, Río Grande, Chepete – El Bala, Binacional Madera entre otros.





CS.- ¿No es una exageración decir que Bolivia será el corazón energético de Sudamérica, cuando hay otros países que producen más?



RA.- El potencial energético con el que cuenta Bolivia, apoyado por posición geográfica, permite al país convertirse en un integrador energético regional, con grandes perspectivas de exportación de excedentes de electricidad, apoyado en el impulso que el Gobierno está dando a este sector que está permitiendo el desarrollo de proyectos importantes y estudio de otros no menos importantes. El hecho de convertirnos en el corazón energético de Sudamérica, está basado en la posibilidad de ser un país integrador y el suministrador de electricidad más importante para las economías de la región.





CS.- ¿Cuáles son los países que se perfilan como compradores de energía eléctrica en el plazo más corto?



RA.- A corto plazo, se cuenta con acuerdos suscritos con Argentina, para la implementación de una línea de transmisión en 132kV que interconectará la Subestación Yaguacua (lado boliviano) con la Subestación Tartagal (lado argentino) con una longitud total de 116km (46km en el lado boliviano y 110km en el lado argentino). En este sentido actualmente se viene realizando las gestiones correspondientes en Argentina para obtener el permiso para la construcción de dicha línea. También con este país se han desarrollado avances para la implementación de una línea de interconexión en 500 kV, para un posible suministro “en firme”.



Asimismo, se tiene mesas de trabajo con Brasil, para el desarrollo de la Binacional Madera, corredores de exportación y otros proyectos de generación, que actualmente están en proceso estudio.





CS.- Una de las críticas al gobierno es no haber cambiado la matriz productiva, ¿desde qué perspectiva el tema de la energía eléctrica es un paso para salir de nuestra condición extractivista?



RA.- En relación al cambio de la matriz energética, la meta al 2025 es revertir la situación actual y convertir a Bolivia en un país donde la generación hidroeléctrica predomine sobre el resto de las energías, sin descuidar el desarrollo de nuevas tecnologías. En este sentido al contar con un parque de generación diversificado y con fuentes renovables, se dependerá cada vez menos de los combustibles fósiles.





CS.- ¿De los proyectos destinados a la ampliación de la oferta en electricidad, cuáles son los más importantes?



RA.- Con el objetivo de diversificar la matriz energética, se encuentran en ejecución 4 grandes proyectos hidroeléctricos:





Hidroeléctrica Misicuni

Hidroeléctrica San José

Hidroeléctrica Miguillas

Hidroeléctrica Ivirizu





La ampliación de 3 centrales termoeléctricas a ciclos combinados que tienen como objeto principal optimizar el rendimiento y el uso del gas natural.





Ciclos Combinados Planta Termoeléctrica del Sur

Ciclos Combinados Planta Termoeléctrica de Warnes

Ciclos Combinados Planta Termoeléctrica de Entre Ríos





Y el desarrollo de energías alternativas, implementando parque eólicos y solares tales como:





Parque Eólico Warnes

Parque Eólico San Julián

Parque Eólico El Dorado

Solar Yunchara

Solar Uyuni

Solar Oruro





Asimismo se tiene en estudio grandes proyectos hidroeléctricos, tales como el desarrollo de la Binacional con Brasil, Proyectos Hidroeléctricos en la cuenca del río Grande, El Chepete – El Bala entre otros.





CS.- Algunos señalan que la instalación de termoeléctricas más bien refuerza nuestra dependencia del gas



RA.- Por las características de estacionalidad hidrológica de nuestro país, las centrales termoeléctricas siempre serán necesarias para complementar la operación con las otras fuentes de energía. Sin embargo, con la implementación de los ciclos combinados en nuestras plantas de generación termoeléctrica, estamos optimizando el uso del gas natural, mejorando la confiabilidad del sistema y garantizando la continuidad de energía eléctrica para los periodos de estiaje.



Así mismo, el cambio en la matriz energética permitirá que a futuro, el uso del gas natural sea cada vez menor en generación de electricidad para suministro de la demanda interna.





CS.- ¿Y la generación de energía alternativa qué papel tendrá en la meta de Bolivia corazón energético?



RA.- Es importa mencionar que la generación de energía eléctrica, permitirá consolidar a Bolivia como un centro integrador y energético de la región. En este sentido, la generación eléctrica mediante fuentes de energías alternativas como la energía solar, eólica geotérmica y biomasa tiene un papel importante en la matriz energética del sector eléctrico ya que a través de la implementación de los proyectos, se contribuirá a la diversificación de la matriz energética del sector eléctrico, el desplazamiento del uso de combustible fósil y la generación de excedentes a ser destinados a la exportación.









Lo que el segundo hombre del país le dijo a los estudiantes de la UTO en 2015


García Linera: queremos ser una potencia energética y científica





“Ya estamos cansados de ser los que pedimos limosna en el mundo, los más pobres y los más atrasados, y queremos ser una potencia energética y científica”, aseveró, hoy, Álvaro García Linera, vicepresidente del Estado, en la inauguración del I Congreso interdisciplinario “Bolivia centro energético de Sudamérica”, desarrollado en el paraninfo de la Universidad Técnica de Oruro (UTO).



“Existe intelecto colectivo en las universidades, hay voluntad política del presidente, hay recursos, si juntamos las tres cosas se da una explosión atómica y podemos proponernos metas muy grandes y ser centro energético del continente es una meta muy grande; comenzar a explorar e invertir en temas de investigación atómica y de partículas subatómicas es un inicio”, complementó la autoridad.



Asimismo, señaló que es como una autopista hacia el futuro y “es de ustedes, acompáñennos, construyamos esta gran autopista del conocimiento”, exhortó a los presentes en el acto organizado por la Facultad Nacional de Ingeniería, en conmemoración al 52 aniversario de fundación de la carrera de Ingeniería Eléctrica y de Electrónica, de la UTO, que se desarrollará hasta el 5 de diciembre.



El mandatario de Estado afirmó que el papel de Bolivia en el tema energético en el continente, se construye desde el gobierno, basado en un reto que planteó el presidente Evo Morales al gabinete de ministros para convertir a Bolivia en el centro energético de América Latina.



El presidente se basó en ciertos factores para realizar la propuesta: el potencial energético que tiene Bolivia, la ubicación estratégica del país en el centro de Sudamérica y la venta ya existente de gas a Brasil y Argentina.



El potencial energético del país se apoya en la explotación de gas y petróleo, como fuente de energía; la radiación solar, el viento, la biomasa, la geotermia y a partir de ese balance se determinó que Bolivia tiene energía para garantizar no solo el consumo interno, que se encuentra en crecimiento, sino para exportar.



“Se habla de 15 mil megavatios como un potencial inmediato, y nosotros consumimos mil megavatios, y ese es el dato que agarró el presidente”, además, al estar al centro de América del Sur, “ya somos un centro de abastecimiento de energía” porque se vende gas a Brasil y Argentina que es utilizado para generar energía”, añadió.



También, explicó que es más beneficioso para el país vender productos resultantes de la petroquímica que vender solamente gas, pero es mucho más rentable vender energía, por ello es que se decidió realizar inversiones en la generación de energía para “garantizar el consumo interno y exportar”, acotó.



“Este es el esquema, básicamente, que utilizó el presidente para acuñar el concepto de Bolivia centro energético”, comentó.



Asimismo, explicó que en 2005 se producían 40 millones de metros cúbicos de gas, cuya ganancia alcanzaba a 670 millones de dólares; en 2014 se produjeron 61 millones de metro cúbicos, cuya ganancia fue de 5.400 millones de dólares; y se espera alcanzar una producción de 73 millones de metros cúbicos por día en el año 2020 y se espera una ganancia de 4.300 millones de dólares, esto debido a la baja del precio internacional de los hidrocarburos.



“Esto es gracias a la nacionalización que ha dado al país un remanente de 3.200 millones de dólares y estos ingresos extras no son suerte sino decisión y voluntad política de pelear, por recuperar nuestros recursos naturales y esto es parte de las acciones que estamos haciendo para mantenernos como centro energético del gas”, agregó.



De igual manera, indicó que se invirtió en la construcción de la planta separadora de Río Grande, 190 millones de dólares; en la de Gran Chaco, 694 millones de dólares; en la planta de urea y amoníaco, 882 millones de dólares, la misma que será entregada a mediados de 2016; y la planta de propileno y polipropileno, con una inversión de 2.200 millones de dólares, la cual será entregada en 2018.



Luego, García Linera explicó respecto a las actividades que desarrolla el gobierno para que Bolivia sea centro de generación de energía eléctrica. En 2005 se generaban 1.038 megavatios, en 2015 se producen 1.825 megavatios; y se espera que para 2020 se produzcan 4.800 megavatios.



“Entre 2006 y 2015 hemos invertido 1.180 millones de dólares en la generación de energía, y entre 2015 y 2020 se invertirán 6.300 millones de dólares”, en la construcción de hidroeléctricas, termoeléctricas y en ciclos combinados, energía eólica y energía solar, estas dos últimas son sistemas caros, pero renovables, explicó.



También, se cuenta con la biomasa producida por los ingenios azucareros y la de castaña con la que se generan actualmente 27 megavatios y se espera llegar a 77 megavatios.



“Para 2020 generaremos 4.800 megavatios: 1.400 con hidroeléctricas; 2.900 con termoeléctricas; 139 con eólica; 160 con solar, 55 con geotermia y 77 con biomasa. Esto puede orientar a algunos profesionales para especializarse, puede haber algunas variantes, pero este es el marco de la importancia que el Estado le va a dar a la generación de electricidad en los siguientes cinco años”, complementó.



La venta del la energía eléctrica al exterior marcaría el paso de país primario exportador a una fase industriosa y “con eso estamos cumpliendo lo que dice la agenda 2025: dejar de exportar materia primar y solo exportar valor agregado”, aclaró.



“Como orureños les sugiero valorar la decisión de un orureño para exportar electricidad. Venimos de una sociedad que durante 400 años exportó minerales; durante 40 años exportó goma; los últimos 30 años exportó gas. Hoy se abre una nueva era: comenzar a exportar electricidad, junto a baterías, urea, plásticos porque están en marcha un conjunto de proyectos de los cuales ustedes cosecharán”, aseguró.



Por otro lado, el vicepresidente se refirió a la importancia de la existencia del Centro de Desarrollo e Investigación Nuclear para los profesionales de ingeniería electrónica con el fin de trabajar en la física cuántica para la producción de tecnología diminuta, “el futuro es la nanotecnología y la fusión de partículas, y tenemos que pensar qué estamos haciendo para prepararnos para ese futuro”, acotó.



“Será de aquí a 15 a 30 años, no importa, comencemos hoy, si nunca damos el paso, no se avanza; lo importante es que empecemos a formar una generación de hombres y mujeres en el manejo de energía atómica para usos pacíficos”, aseveró.





Bolivia: Los usos del discurso ecológico estatal a propósito del TIPNIS
2017-08-21 19:15:50



por: Carla Espósito Guevara *, 21 de agosto 2017




Todo Estado para representarse como defensor y representante del interés general utiliza, lo que Jeremy Betham llamo, “estrategias alegóricas”, cuya función es enmascarar los intereses de clase como entidades morales independientes. Esta es una práctica común de los estados en general, Marx decía en la Ideología Alemana que “toda clase que aspire a implantar su condición de amo, aun cuando su dominación (…) postule la abolición de toda forma de sociedad anterior y de toda dominación en general, tiene que empezar conquistando el poder político, para poder presentar su interés como el interés general. Por esto se reconoce al Estado también como un poder ideológico.





Lo común es que el Estado capitalista responda a los intereses de la burguesía fundamentalmente, pero puede ocurrir, según su grado de autonomía y el estado de la lucha de clases, que responda también a otras tramas de intereses. En el caso de Bolivia tenemos lo segundo, una trama compleja de intereses entre los que el Estado se balancea, donde están, por lado, los intereses populares, generalmente, logrados bajo presión (de campesinos, obreros, indígenas) pero también intereses de la burguesía industrial del oriente, de la financiera y los de una nueva burguesía emergente del proceso de cambio, que presionan y jalonean al Estado para que éste responda también a sus intereses de clase, y el Estado muchas veces lo hace, pero, pese a esto, presenta su respuesta como interés general.



El caso reciente del TIPNIS es un campo particular para verificar esto, ahí existe un complejo mosaico de intereses. Por un lado están los colonizadores, ex mineros devenidos en cocaleros, que empezaron a asentarse en este territorio desde los años 80, después del cierre de las minas y con la crisis que produjeron las reformas neoliberales en Bolivia, quienes crearon asentamientos, que hoy requieren caminos, acceso a servicios, ampliación de tierras agrícolas, y que constituyen parte importante de la base popular del MAS; estos se contraponen con los intereses de los pueblos indígenas cuyos derechos sobre el territorio y el propio territorio que ocupaban, fueron avasallados por esa colonización y hoy reclaman mantenerlos como TCOs; operan también intereses de madereros; intereses estatales de control sobre el territorio y uso de sus recursos, e intereses geopolíticos y de soberanía sobre la amazonia. Sin embargo la Ley 180 que suspende la intangibilidad del TIPNIS, responde, solo a una parte de esos intereses, no a todos, pero se presenta como un beneficio para el desarrollo del país.



El otro caso emblemático, y quizás más transparente, es el de la ampliación de la frontera agrícola y del número de años para la revisión de la función económica social de la tierra, que responde, mucho más claramente que el caso anterior, a los intereses de la agroindustria del oriente, aunque se han presentado como un tema de interés general que se denominó de “reconducción productiva.”



Muchos han reclamado a Evo Morales su posición actual sobre el TIPNIS, contraria a la que sostuvo en Naciones Unidas hace ocho años atrás. En efecto hay una contradicción, y lo que ocurre es que el discurso sobre la Madre Tierra en este caso opera como un mecanismo de legitimación que oscurece y oculta los intereses de clase que están tras estas políticas.



Acá resulta pertinente algo que Poulantzas decía, que el Estado es un factor de cohesión dentro de la unidad general de una formación social, la función de cohesión se localiza en el lugar donde las contradicciones de una formación social se condensan. Uno de esos lugares es hoy el TIPNIS. El discurso de la Madre Tierra explica entonces como el Estado se vuelve coherente a pesar de sus contradicciones.



Pero, con ese tipo de discursos legitimadores, también ocurre que muchas veces son apropiados por la gente, que los utiliza como arma para negociar con el Estado en los mismos términos que éste utiliza, por tanto, más posibilidades habrá de interpelar estas estrategias estatales de legitimación y de operar en sus contradicciones, cuanta más apropiación popular tengan.



http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/08/23/bolivia-corazon-energetico-sudamericano-los-usos-del-discurso-ecologico-estatal-a-proposito-del-tipnis/


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